Edulcorante por favor, me estoy cuidando
- Hernan Surachi
- 19 sept 2022
- 2 Min. de lectura
“El mío con edulcorante en vez de azúcar” “Me pasas la light por favor”
¿Cuántas veces hemos dicho o escuchado esto?

Históricamente todos relacionamos el reemplazo del azúcar por edulcorante como un hábito saludable. Los alimentos y las gaseosas light son cambios que realizamos cuando decidimos adoptar un estilo de vida más sano, pero ¿son tan saludables como creemos?
El consumo de azúcar en nuestra dieta sobre todo en bebidas se asocia con aumento de peso, y la causa de esto no es solamente las calorías que esta aporta, sino que el azúcar no genera saciedad, dando como resultado que no reduzcamos el consumo de otros alimentos. Por eso es que una de las primeras conductas que solemos tomar a la hora de querer bajar de peso es reemplazarla por el uso de edulcorantes.
Un estudio publicado en septiembre de este año en el New England Journal of Medicine se propuso determinar si esta conducta es tan sana como creemos y evaluó la asociación entre endulzantes artificiales y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El estudio evaluó diferentes edulcorantes (Aspartamo, Acesulfamo potásico y sucralosa) evaluó tanto el impacto global que tienen, como el que generan cuanto los usamos para endulzar ocasionalmente una bebida y también el efecto de los presentes en diferentes alimentos que ingerimos a diario. Los resultados fueron fascinantes.
Ya existían estudios en humanos que relacionaban los edulcorantes con aumento de peso, hipertensión, inflamación, disfunción vascular y alteración de la microbiota (bacterias intestinales que juegan un rol clave en nuestra salud), pero hasta ahora ninguno había hecho foco directo sobre el impacto en la enfermedad cardiovascular y cerebral. En este trabajo se evaluaron 103.388 participantes hombres y mujeres mayores de 18 años a lo largo de 10 años.
El estudio concluyó que la ingesta de edulcorantes se encontraría relacionada con un aumento del riesgo total para padecer enfermedades cardiovasculares y enfermedades cerebrales. Se vio que el Aspartamo posee una mayor asociación con el riesgo de enfermedades cerebrovasculares mientras que el Acesulfamo potásico y la Sucralosa fueron mayormente relacionados con un aumento de eventos coronarios.
El Acesulfamo potásico aumentó un 18% la probabilidad de sufrir un evento coronario y la sucralosa en un 11%, mientras que el aspartamo la aumentó en un 3%.
Con respecto al riesgo de padecer un evento cerebrovascular, el Aspartamo se llevo el podio con un 17% más de probabilidades.
Este estudio también evidenció que la mayor ingesta de estos endulzantes se da como parte de productos manufacturados y no por el agregado ocasional de endulzantes a un café por ejemplo, qué parecería tener muy poco impacto en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por eso cada vez que hacemos control metabólico y reeducación alimentaria con mis pacientes les recuerdo lo mismo. Lo ideal es consumir todo lo más fresco posible, evitando lo manufacturado y lo altamente refinado e industrializado.
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